Dermatología Clínica
La piel es el órgano más grande que tenemos en nuestro cuerpo, por esto debemos darle el mejor cuidado. En Clínica NEO contamos con diversos tratamientos para ayudarte a tratarla de la mejor manera y a ser tu mejor versión.
Qué tratamos
Skincare
Como pilares fundamentales del cuidado de la piel se encuentran el lavado del rostro con jabones suaves, el uso de crema hidratante y la fotoprotección. En esta etapa, además, se puede comenzar a introducir algunos principios activos según la necesidad de cada paciente, como es el caso de una piel con acné o con brotes de dermatitis.
Te invitamos a consultar antes de seguir las tendencias de las redes sociales y a evitar el uso desmedido de una gran cantidad de cosméticos, ya que esto puede generar efectos adversos y mayor daño a tu piel.
Acné
El acné es una causa común de consulta médica que puede tener un gran impacto en la salud emocional. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la unidad pilosebácea de la piel, que afecta principalmente la cara y el tronco, y se presenta en aproximadamente el 85% de las personas entre 12 y 24 años.
El tratamiento debe ser personalizado, estableciendo un plan terapéutico a corto y largo plazo.
Estrías
Son un tipo de cicatriz que aparecen como resultado del estiramiento rápido y excesivo de la piel, lo cual ocurre durante el crecimiento y con cambios bruscos de peso. Estas cicatrices pueden aparecer en el abdomen, mamas, caderas, muslos y zona lumbar. Un tratamiento oportuno puede prevenir y mejorar su aspecto.
Melasma
El melasma se presenta como manchas irregulares de color café, asintomáticas, que afectan con mayor frecuencia la cara y el cuello. Existen múltiples factores que pueden estar implicados en su desarrollo, como la predisposición genética, la exposición a la luz ultravioleta y factores hormonales (como el uso de anticonceptivos y el embarazo).
Los tratamientos deben ser combinados y a largo plazo, dado la alta tasa de recidivas.
Rosácea
La rosácea es una alteración inflamatoria crónica y recurrente de la piel, caracterizada por la presencia de episodios súbitos de enrojecimiento facial. Este enrojecimiento puede ser desencadenado por factores como el estrés, cambios de temperatura, exposición solar, ingesta de comidas condimentadas y alcohol.
Con el tiempo, la evolución del cuadro puede generar enrojecimiento persistente y la aparición de lesiones inflamatorias, como pápulas y pústulas. En algunos casos, puede haber incluso compromiso de los párpados y sobrecrecimiento o deformación de áreas como la nariz y el mentón (conocido como fimas).
Los tratamientos están dirigidos tanto a mejorar los síntomas y brotes, como a disminuir los cambios secundarios de la piel.
Embarazo
Los cambios fisiológicos que ocurren durante el embarazo pueden repercutir en la piel, generando la aparición de estrías, uñas frágiles, hiperpigmentación (en areolas, pezones, línea alba, genitales y melasma), hiperhidrosis, aumento de la secreción sebácea, y caída del pelo (conocido como efluvio telógeno postparto). También pueden aparecer lesiones vasculares, como angiomas, arañas vasculares, granulomas y várices.
La mayoría de estas alteraciones remiten espontáneamente en el postparto. Sin embargo, durante el embarazo, existen medidas específicas y tratamientos que pueden ayudar a prevenirlas y mejorar la salud de la piel.