Embarazo
Los cambios fisiológicos que ocurren durante el embarazo pueden repercutir en la piel, generando la aparición de estrías, uñas frágiles, hiperpigmentación (en areolas, pezones, línea alba, genitales y melasma), hiperhidrosis, aumento de la secreción sebácea, y caída del pelo (conocido como efluvio telógeno postparto). También pueden aparecer lesiones vasculares, como angiomas, arañas vasculares, granulomas y várices.
La mayoría de estas alteraciones remiten espontáneamente en el postparto. Sin embargo, durante el embarazo, existen medidas específicas y tratamientos que pueden ayudar a prevenirlas y mejorar la salud de la piel.