La piel es una barrera natural de defensa que se encuentra continuamente expuesta al medio ambiente y, por tanto, a múltiples microorganismos. Estos incluyen hongos, que son causantes de intertrigos, pie de atleta, pitiriasis versicolor y onicomicosis, entre otros; bacterias, responsables de impétigo, erisipela y celulitis; y virus, que pueden causar herpes, verrugas y moluscos. El diagnóstico y tratamiento oportuno son esenciales para evitar el riesgo de complicaciones.